viernes, 8 de febrero de 2008

Linea 526 int. 0022

Dormir, para que en el peor momento la tecnología me despierte, y una mano peluda y grisácea me saque de mi letargo.
Me aguarda la noche en el hueco del saco. Lo esquivo. Reboto en la gomaespuma que escapa del tapizado de cuero casi blanco, casi negro. Flameo hacia el piso que se mueve, entonces me pisan me patean me ensucian me arrastran me duelen. No lloro. Es en vano en un mundo de sordos. Veo la puerta. Se abre. El viento me levanta y me alejo. El monstruo en el cielo se viste de negro y declara la guerra. Una gota me clava un puñal por la espalda. Y nadie vio nada.




(2005)